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DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE ANTE UN MUNDO CONVULSO CON GRANDES DESAFÍOS AMBIENTALES.

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    GCDS
  • hace 2 días
  • 5 Min. de lectura
DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE ANTE UN MUNDO CONVULSO CON GRANDES DESAFÍOS AMBIENTALES.

El Día Mundial del Medio Ambiente, (ONU en 1974), lo recibimos este año en medio de un escenario global marcado por crisis políticas, retrocesos en compromisos climáticos y una alarmante aceleración de la degradación ecológica. Los gobiernos, con sus agendas muy particulares (para muestra, no vayamos muy lejos), absorbidos por intereses económicos y agendas de corto plazo, parecen o tal vez, se ha convertido en incapaces de responder con la urgencia que exige la ciencia. La comunidad internacional enfrenta retrocesos en compromisos ambientales el Acuerdo de París avanza lento, la contaminación por plásticos y microplásticos sigue creciendo, y la pérdida de biodiversidad es alarmante, motivo por el que la edición 2025 pone el foco en la contaminación por plásticos/microplásticos, un problema que amenaza la salud humana, la biodiversidad y la resiliencia de los ecosistemas.

 

Sin embargo, más allá de los lemas oficiales, la realidad exige una reflexión profunda: ¿qué significa celebrar en un contexto donde los límites planetarios se rebasan y las ventanas para evitar daños irreversibles se cierran rápidamente?

 

Me parece que este día debe ser más que un festejo; es un llamado a la autocrítica y la acción.

 

Buscando dar una vistazo al contexto internacional, lo más posible que podamos ver, es la confrontación entre un retrocesos frente a pequeñas luces de esperanza Es difícil el poder tener una afirmación en sentido positivo, A nivel internacional, los riesgos ambientales dominan la agenda de los próximos años. El Foro Económico Mundial advierte que cinco de los diez principales riesgos globales a largo plazo están relacionados con el clima extremo, la pérdida de biodiversidad y la escasez de recursos naturales.

 

La desinformación y la polarización social agravan la inacción, mientras que potencias como Estados Unidos han dado pasos atrás al retirarse de acuerdos fundamentales como el Acuerdo de París. Las temperaturas globales ya han aumentado 1.3 °C respecto a la era preindustrial, y la meta de limitar el calentamiento a 1.5 °C se aleja cada vez más. A pesar de estos retrocesos, existen avances: la economía circular, la digitalización energética y la presión de la sociedad civil y la juventud han impulsado soluciones innovadoras y colaboraciones público-privadas en energías renovables y gestión sostenible de residuos. Sin embargo, el ritmo es insuficiente ante la magnitud del desafío.

 

Viendo la realidad tan compleja a nivel Global, que se puede mencionar sobre los logros, retos y contradicciones que se suceden en México cuando no ha sido consistente, lógica o congruente el actuar, el Gobierno, como garante de los recursos naturales.

 

a. Avances y motivos para celebrar

 

México posee una de las mayores biodiversidades del planeta y un potencial enorme en energías renovables, siendo el tercer país con mayor irradiación solar diaria en el mundo. El país ha fortalecido su marco legal ambiental, actualizado la LGEEPA y la LTE, y participa activamente en tratados internacionales, firmando obligaciones que en muchos casos no sabe qué hacer con ellas.

Hay ejemplos de éxito en áreas naturales protegidas, programas de reforestación y proyectos binacionales como Frontera 2025, que ha impulsado mejoras en la calidad del aire y agua en comunidades fronterizas. La sociedad civil, comunidades indígenas y academia han logrado frenar megaproyectos depredadores y promover alternativas sustentables en regiones clave, pero solo eso, la balanza no es muy positiva

 

b. Retos y motivos para la autocrítica

 

No obstante, tal vez se puede afirmar que la crisis ambiental mexicana es profunda y estructural. La crisis del agua afecta al 75% del territorio, la deforestación avanza a razón de casi 5 millones de hectáreas perdidas en 2024, y la contaminación del aire causa miles de muertes prematuras cada año. Solo el 10% de la basura se recicla y más de 40,000 toneladas diarias terminan en rellenos no controlados. La política ambiental federal ha sido inconsistente: grandes recortes presupuestales, debilitamiento de SEMARNAT y CONANP, y priorización de peculiares y por demás poco redituables megaproyectos como el Tren Maya y Dos Bocas, que han generado grandes o tal vez enormes impactos negativos sobre ecosistemas y comunidades vulnerables. La transición energética avanza lento, cuesta trabajo que se entienda y se logre; la inversión en renovables ha caído, y México sigue dependiendo de hidrocarburos. El acceso a la justicia ambiental y la protección de defensores siguen siendo asignaturas pendientes, con el país entre los más peligrosos para activistas ambientales.


¿Festejamos o reflexionamos?  o, mejor hacemos un llamado a la acción y la esperanza

 

La conmemoración de este año no debe ser solo un festejo de logros aislados, sino una oportunidad para reconocer la gravedad de la crisis y renovar el compromiso colectivo. México puede celebrar la resiliencia de sus comunidades, la riqueza de sus ecosistemas y los avances en legislación y participación social. Pero la brecha entre la ley y su aplicación efectiva, la falta de inversión y la persistencia de intereses económicos por encima del bien común exigen una autocrítica honesta. El Día Mundial del Medio Ambiente debe servir para exigir coherencia, transparencia y visión de largo plazo en las políticas públicas, bueno, en las que se pudieran desarrollar en congruencia con lo que es y tiene México, buscando fortalecer la educación ambiental y la participación ciudadana en todos los niveles.

 

Así las cosas, y en un mundo convulso, el Día Mundial del Medio Ambiente es más relevante que nunca. No es momento de complacencias, sino de acción informada y crítica. El futuro ambiental de México y del planeta depende de la capacidad de gobiernos, empresas y sociedad civil para construir alianzas, innovar y poner el bienestar común por encima de intereses particulares. Defender la naturaleza es defender la vida, la justicia y la dignidad. Que este día sirva para renovar el compromiso, reconocer los desafíos y celebrar la esperanza activa de quienes, en medio de la adversidad, siguen apostando por un México más verde, justo y sustentable.

 

No se puede ser omiso de lo que está aconteciendo, el cambio radical en el Poder Judicial representa un riesgo mayúsculo para la protección del medio ambiente en México, especialmente en el contexto de este Día; La independencia y solidez del Poder Judicial han sido clave para garantizar el acceso a la justicia ambiental, como lo exige el Acuerdo de Escazú y la propia Constitución mexicana. Reformas recientes, como la limitación de los efectos generales de la suspensión en juicios de amparo, debilitan la capacidad de la sociedad para detener actos o normas que puedan causar daños ambientales irreversibles, dejando desprotegidas a comunidades y ecosistemas frente a intereses particulares o decisiones gubernamentales. Además, la falta de jueces especializados, recursos y capacitación en materia ambiental, así como la ausencia de procedimientos claros y accesibles, incrementa la vulnerabilidad de los derechos humanos ambientales y dificulta la defensa del territorio y la naturaleza.


En un país donde la Suprema Corte ha sido referente internacional en la protección del derecho a un medio ambiente sano, cualquier retroceso en la autonomía, capacidad o alcance del Poder Judicial, sin duda ni cuestionamiento alguno, es un golpe directo a la justicia climática y a la posibilidad de construir un futuro sustentable para todas y todos

 

Cualquier comentario sobre el contenido del presente el cual es elaborado como nota de opinión y de buena fe, con gusto nos encontramos atentos a la información que se indica.




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