Antecedentes
Las primera vez que se mencionó el termino NAMAs fue en el Plan de Acción de Bali, al formar una parte integral del bloque de mitigación. Expresamente, se hizo un llamado a los Estados a intensificar la labor nacional e internacional en el examen de las “medidas de mitigación adecuadas a cada país por las Partes que son países en desarrollo en el contexto del desarrollo sostenible, con tecnología, financiación y actividades de fomento de la capacidad, de manera mensurable, verificable y que se pueda notificar”. De lo anterior, se podía inferir que las Acciones Nacionales Apropiadas de Mitigación (NAMAs, por sus siglas en inglés) podrían ser llevadas a cabo tanto por los países industrializados como aquellos en desarrollo.
En el Acuerdo de Copenhague de 2009, se invitaba a los países en desarrollo a registrar las NAMAs, en una suerte de lista de espera, en búsqueda de financiamiento internacional por parte de los países industrializados. Al año siguiente, en Cancún, los estados convinieron crear un programa de trabajo que hiciera mas claras y operativas las NAMAs; dicho programa incluiría temas substanciales, tales como el diseño del registro y las reglas internacionales para evaluar la “medición, notificación y verificación” de las actividades. Sin embargo, poco se ha desarrollado al respecto.
En el 2011, durante la Conferencia de Partes (COP, por sus siglas en inglés) edición 18ª de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, celebrada en Durban, se adoptaron varias decisiones que servirán como base para la futura peracionalización de las NAMAs: la Plataforma para el Registro de NAMAs, la creación del Fondo Verde, así como la decisión de crear nuevos mecanismos de mercado.
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