LA INDUSTRIA MEXICANA CLAVE EN LA CONTRIBUCIÓN ECONÓMICA Y OTROS TEMAS VINCULADOS CON LA SUSTENTABILIDAD.
- GCDS

- 25 jun
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La industria mexicana se encuentra en una encrucijada estratégica donde su liderazgo económico y manufacturero está enfrentando un reto urgente para evolucionar hacia modelos de producción más sustentables, alineados con la economía circular y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este artículo pretende hacer un breve análisis del estado actual, los desafíos estructurales y las oportunidades que tiene el sector industrial nacional para consolidarse como referente en innovación, competitividad y responsabilidad ambiental.
La Manufactura como el “Pilar” de mayor importancia.
Las industrias manufactureras constituyen el sector más importante, contribuyendo con 19.7% del PIB nacional y empleando a 4.8 millones de personas . Este sector ha mantenido su participación estable durante más de una década y representa el motor principal de las exportaciones mexicanas . México cuenta con más de 600,000 establecimientos relacionados con el sector manufacturero, abarcando desde electrónica y textil hasta química y farmacéutica.
En condiciones de liderazgo global, el sector de La industria automotriz destaca por su potencial de crecimiento "muy alto" y su contribución del 4.5% al PIB . México es uno de los principales productores de automóviles a nivel mundial, con una industria altamente desarrollada que incluye fabricación de vehículos, autopartes y componentes . Nuevo León, conocido como la capital industrial de México, alberga 78 parques industriales y contribuye con 9.9% del PIB nacional en actividades secundarias.
Competitividad regional
La competitividad regional presenta variaciones significativas, se tiene una CDMX y los estados de Baja California Sur y Nuevo León, como las entidades más competitivas según el Índice de Competitividad Estatal 2025, por su parte, la franja fronteriza, que incluye Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas, es reconocida por su alta participación en exportaciones y complejidad económica, aunque, al igual que otros estados, enfrenta desafíos de incidencia delictiva en mayor proporción.
Especialización Sectorial por Regiones
El Bajío mexicano, conformado por Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, ha experimentado un crecimiento industrial superior al nacional en la última década . Su ubicación geográfica estratégica y la atracción de inversión extranjera directa en actividades industriales han generado efectos relevantes de especialización y competitividad regional . Sin embargo, existe heterogeneidad en la competitividad, con solo tres localidades alcanzando condición completamente competitiva: Querétaro, Guadalajara e Irapuato.
Desafíos Estructurales
México se está enfrentando a diversos desafíos significativos en 2025, desde los coyunturales de estructura, organización y sistema político y de gobierno hasta los relacionados con las proyecciones de crecimiento del PIB del que apenas se puede tal vez considerar un 0.8% según Bank of America y 1.3% según Moody's . Los factores limitantes incluyen la gran incertidumbre política interna, riesgos tan relevantes que se han estado desenvolviendo derivados de la política comercial estadounidense y la necesidad de fortalecer la inversión para alcanzar el 25% del PIB en el corto plazo. El financiamiento para proyectos de infraestructura requiere diversificación de fuentes, incluyendo el Presupuesto de Egresos de la Federación, banca de desarrollo y organismos multilaterales.
Política Industrial
La política industrial mexicana necesita mayor alineación con las características y capacidades locales para crear cadenas globales de valor efectiva. La renegociación del T-MEC presenta oportunidades para solicitar la creación de una política industrial regional que incluya recursos para el desarrollo de la oferta exportable de pequeñas y medianas empresas . Las nuevas reglas de origen del T-MEC requieren mayor contenido regional, lo que obliga a los fabricantes a reconsiderar sus cadenas de suministro.
Los aspectos de mayor interés para la industria en México convergen en una estrategia integral que combina aprovechamiento del nearshoring, modernización tecnológica y desarrollo de capacidades humanas. Buscando ver con buenos ojos el Plan México, su posible éxito dependerá de la capacidad del país para ejecutar simultáneamente inversiones en infraestructura, formación de talento especializado y creación de un entorno regulatorio estable que favorezca la inversión privada; la realidad en todo esto es que la administración se encuentra sumamente mermada, se heredaron problemas profundos del sexenio anterior y prácticamente, las “arcas de la nación” se encuentran prácticamente vacías, con esto en consideración, es posible hablar de tener “buenos ojos”?.
La transformación industrial mexicana requiere un enfoque sistémico que conecte los corredores regionales con las cadenas globales de valor, mientras se mantiene el compromiso con la sustentabilidad y la responsabilidad social empresarial, en caso de que se pudieran realizar/ejecutar estas prioridades, México podría tener el potencial de consolidarse como una potencia manufacturera regional y un socio estratégico clave en las cadenas de suministro de América del Norte.
Donde nos encontramos como “Sector Industrial Mexicano”?
La industria mexicana se encuentra en un momento de transformación sin precedentes, donde los aspectos de mayor interés identificados ya en notas precedentes del autor, como el nearshoring, digitalización, ESG, desarrollo de corredores industriales y sustentabilidad, todos convergen en la urgente necesidad de adoptar modelos de economía circular para abordar la crisis global de los plásticos y microplásticos . Esta convergencia representa, tanto una oportunidad estratégica, como un imperativo ambiental que debe alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para garantizar un crecimiento industrial responsable y sostenible.
Aún y cuando ya lo hemos mencionado en artículo diverso sobre el tema de los “Plasticos” el desafío que se enfrenta es particularmente crítico considerando que México genera 5.7 millones de toneladas de residuos plásticos anualmente, de las cuales entre 38% y 58% son mal gestionadas, contribuyendo significativamente a la contaminación ambiental y al cambio climático.
El famoso “nearshoring” que se le ha querido identificar como el aspecto de mayor interés para la industria mexicana (bueno, hasta las recientes políticas y acciones del Gobierno de EUA), debería presentar una oportunidad única para integrar prácticas de economía circular desde el diseño de las nuevas operaciones industriales; ésta relocalización relevante de empresas a México, pretende impulsar la adopción de prácticas sustentables que van más allá de los beneficios económicos tradicionales, incluyendo la reducción de la huella de carbono mediante procesos de manufactura más eficientes y el uso de energías renovables; de una u otra forma, el aspecto que se considera como auténticamente real, es el hecho de que la gran mayoría de las empresas que se establecen en México bajo el modelo de “nearshoring” están adoptando criterios ESG (del que ya hemos comentado con amplitud) como requisito fundamental, sin perder de vista la implementación de sistemas de gestión eficiente del agua, reciclaje de residuos y certificaciones verdes como EDGE y LEED.
La proximidad geográfica con Estados Unidos no solo reduce las distancias de transporte y las emisiones asociadas, sino que también facilita la transferencia de tecnologías limpias y prácticas de manufactura circular . Este fenómeno está generando un círculo virtuoso donde las inversiones en infraestructura sustentable, la modernización de puertos y la construcción de parques industriales verdes se combinan para crear un ecosistema industrial más resiliente y ambientalmente responsable.
El Plan México (del que ya hicimos algunas consideraciones en artículo diverso), con su estrategia de diez corredores industriales y su vinculación con el PND 25/30, bien podría representar un marco territorial único para implementar la economía circular a escala regional . Los corredores están diseñados para incorporar procesos de economía circular desde su concepción, con planificación basada en ordenamiento territorial y alineación con vocaciones regionales específicas . Esta aproximación sistémica permite optimizar el flujo de materiales entre industrias complementarias, transformando los desechos de una industria en materias primas para otra.
Desde una óptica de la matriz de prioridades, los Corredores Bajío y Transístmico emergen como los de mayor prioridad para la implementación de economía circular, con puntuaciones de 9/10 cada uno, mientras mantienen niveles de riesgo ambiental moderados, tomando en cuenta su situación actual, con lo que se podrían ver de manera estratégica como laboratorios ideales para desarrollar modelos de simbiosis industrial, donde las industrias automotriz, de centros de datos y aeronáutica del Bajío pueden integrarse con sistemas de gestión circular de residuos y energías renovables; a lo que se tendría que añadir el concepto de la debida coordinación y sana comunicación con los tres niveles de Gobierno.
Transformación Digital Verde y Optimización de Recursos
La transformación digital (tema del que ya se ha hecho mención en artículo diverso), se considera como el segundo aspecto de mayor importancia para la industria mexicana, el cual está convergiendo con los objetivos de sustentabilidad mediante la implementación de tecnologías de Industria 4.0 que optimizan el uso de recursos y minimizan la generación de residuos . La adopción de Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial y robótica no solo aumenta la eficiencia productiva, sino que también facilita el monitoreo en tiempo real de los flujos de materiales y la identificación de oportunidades de reutilización y reciclaje.
(Las tecnologías de Industria 4.0 se refieren a la integración de herramientas digitales inteligentes en los procesos industriales y de fabricación, marcando lo que se conoce como la Cuarta Revolución Industrial. Este concepto abarca soluciones como inteligencia artificial, robótica avanzada, big data, servicios en la nube y, especialmente, el Internet de las Cosas (IoT. El Internet de las Cosas (IoT) es la red de objetos físicos —máquinas, sensores, dispositivos y productos— equipados con tecnología que les permite recolectar y transmitir datos a través de Internet, sin intervención humana directa)
La digitalización está permitiendo que las empresas implementen sistemas de trazabilidad completa de materiales, desde la extracción hasta la disposición final, creando la transparencia necesaria para optimizar los ciclos de vida de los productos y reducir el desperdicio . Esta capacidad de monitoreo digital es fundamental para cumplir con las nuevas regulaciones ASG que requieren que las pymes reporten sus impactos ambientales desde 2025.
Dicho lo anterior, donde ponemos la problemática de Plásticos y Microplásticos en la Industria Mexicana
La problemática de los plásticos en México presenta una complejidad sectorial que requiere estrategias diferenciadas según las características específicas de cada industria.
El sector automotriz genera la mayor cantidad de residuos plásticos con 450,000 toneladas anuales, pero mantiene una tasa de reciclaje del 15%, mientras que el sector electrónico, con 320,000 toneladas anuales, presenta la tasa de reciclaje más baja con apenas 4%.
Esta disparidad evidencia la necesidad urgente de desarrollar infraestructura específica para cada tipo de residuo y establecer programas sectoriales de responsabilidad extendida del productor.
Por otro lado, no cabe la menor duda que el comercio electrónico ha emergido como un nuevo generador significativo de contaminación plástica, representando 35% de la contaminación plástica en la Ciudad de México, equivalente a 236 toneladas de residuos, sector que presenta paradójicamente, el mayor potencial de economía circular (90%) debido a la facilidad de implementar sistemas de logística inversa y empaques biodegradables, pero mantiene una de las tasas de reciclaje más bajas (5%); por su parte la industria textil, aunque genera menores volúmenes (180,000 toneladas anuales), presenta desafíos particulares debido a la complejidad de sus materiales mixtos y la necesidad de establecer sistemas de recolección separada.
Impacto de Microplásticos y Contaminación Acuática
La problemática de microplásticos en México ha alcanzado niveles alarmantes, con estudios recientes que documentan por primera vez la evolución histórica de esta contaminación en ecosistemas costeros . La investigación realizada en el Estero de Urías, Sinaloa, revela que los niveles de microplásticos se encuentran entre los más altos documentados globalmente, directamente correlacionados con el crecimiento de la población y la producción industrial de plásticos desde 1950.
Los microplásticos afectan más de 700 especies, desde el plancton hasta la ballena azul, y su presencia en suelos agrícolas está disminuyendo la productividad y afectando organismos fundamentales como las lombrices . En el contexto industrial, cuatro plantas tratadoras de aguas residuales descargan sus efluentes sin retener microplásticos, agravando la situación en ecosistemas donde se realizan actividades pesqueras de subsistencia.
La industria manufacturera contribuye significativamente a esta problemática a través de múltiples vías: pérdida de pellets durante la producción y transporte, fragmentación de productos plásticos al final de su vida útil, y liberación de microfibras sintéticas durante procesos textiles . Esta situación se agrava por el hecho de que la industria del plástico aporta 3.4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Vinculación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La industria mexicana presenta una alineación estratégica con siete ODS fundamentales que abordan directamente los desafíos de economía circular y gestión de plásticos . El ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) emerge como el de mayor relevancia con una puntuación máxima de 10/10, constituyendo el pilar central del Plan México y la estrategia de industrialización inclusiva y sostenible.
Buscando hacer evidente la relevancia de los ODS para la Industria Mexicana en el contexto de Nearshoring y Economía Circular, encontramos que el ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) presenta el mayor potencial de economía circular (10/10) y relevancia alta (9/10) para la industria mexicana, directamente alineado con la meta de garantizar patrones de producción y consumo sustentables. Sin embargo, México enfrenta un rezago significativo con solo 0.4% de materiales reciclados versus el promedio global de 7.2%, evidenciando la brecha que debe cerrarse para 2030.
El ODS 6 (Agua Limpia y Saneamiento) adquiere relevancia crítica (9/10) considerando que la industria manufacturera consume 30% del agua nacional y sectores como el textil pueden utilizar hasta 200 toneladas de agua por tonelada de tela producida. La sobreexplotación de aguas subterráneas en regiones industriales como el Bajío amenaza tanto a comunidades locales como a ecosistemas, requiriendo urgentemente sistemas de tratamiento y reutilización de aguas residuales.
La integración de los ODS en las estrategias industriales mexicanas está avanzando a través de marcos regulatorios específicos y compromisos empresariales medibles . El Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2020-2024 establece como objetivo prioritario "promover un entorno libre de contaminación" mediante el fomento del cambio e innovación en métodos de producción y consumo.
Las empresas mexicanas están adoptando progresivamente prácticas ESG, reportando contribuciones específicas a múltiples ODS: el 15% de aumento del espacio habitable, 21% de disminución del espacio dedicado a estacionamientos, y evitación de 2.6 millones de toneladas de CO2e . Estas acciones demuestran que la integración de sostenibilidad genera beneficios tangibles tanto ambientales como económicos.
Marco Regulatorio y el Compromiso Internacional
México ha desarrollado un marco regulatorio progresivo que sienta las bases legales para la transición hacia una economía circular en el sector industrial. La Ley General de Economía Circular,( Fue aprobada en el Senado de la República el 17 de noviembre de 2021; entrará en vigor 180 días después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Se espera que el Ejecutivo Federal emita el Programa Nacional de Economía Circular dentro de los primeros seis meses de vigencia de la ley, junto con su reglamento en un plazo máximo de 180 días. Asimismo, la Semarnat contará con 370 días a partir de la publicación del decreto para desarrollar y expedir la normatividad) propuesta en 2021 (la Ley de Economía Circular de la CDMX se publicó en la Gaceta Oficial el 28 de Febrero del 2023) busca mantener el valor de productos, materiales y recursos en la economía durante el mayor tiempo posible, minimizando la generación de residuos . Esta legislación se complementa con el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México, que involucra a 74 empresas industriales con metas específicas como son el incrementar el material reciclado en envases de 10% actual a 20% en 2025 y 30% en 2030; en adición, México participa activamente en iniciativas globales que fortalecen su compromiso con la economía circular y la gestión responsable de plásticos, formando parte de las negociaciones del Tratado Global sobre Plásticos junto con 170 países, con entrada en vigor prevista para 2025; el potencial de transformación hacia una economía circular en México es significativo, considerando que sectores como el e-commerce presentan un potencial del 90%, seguido por el electrónico con 85% y la metalmecánica con 80%. Estas cifras indican que las tecnologías y modelos de negocio necesarios para la transición circular están disponibles, pero requieren marcos regulatorios facilitadores e incentivos económicos apropiados.
La regulación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) presenta un panorama fragmentado, con solo 8 de 32 estados contando con normativas específicas y una capacidad autorizada de procesamiento de 235,859 toneladas frente a una generación de 1.5 millones de toneladas anuales. La NOM-161-SEMARNAT-2011 especifica los requerimientos de planes de manejo para productos electrónicos al final de su vida útil, pero su implementación enfrenta desafíos de infraestructura y coordinación interinstitucional.
(La afirmación sobre la fragmentación en la regulación de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) en México se refiere a que, aunque existe un marco legal nacional, la LGPGIR y la NOM-161-SEMARNAT-2011, la implementación específica y detallada sobre el manejo de RAEE depende de regulaciones estatales y hasta ahora, solo 8 de los 32 estados cuentan con normativas específicas para estos residuos; los estados son: Ciudad de México (Norma Ambiental NADF-019-AMBT-2018 para residuos eléctricos y electrónicos); Jalisco; Nuevo León; Querétaro; Veracruz; Estado de México y Baja California)
El Pacto de los Plásticos de México, coordinado por WWF, la Fundación Ellen MacArthur y WRAP, representa una plataforma colaborativa que une empresas como Yakult, Evertis y Grupo México Recicla, bajo cuatro metas específicas: a. Identificar plásticos problemáticos y evitables; b. Alcanzar tasas altas de empaques reutilizables; c. Garantizar su efectiva reutilización y; d. Aumentar el porcentaje de material reciclado.
La Ciudad de México se considera como la primera megalópolis de América Latina en adherirse al Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico, estableciendo una línea base de acción en materia de residuos plásticos y fortaleciendo la innovación hacia una economía circular.
Desafíos y Oportunidades Estratégicas
1. Brecha de infraestructura y capacidad tecnológica: El desarrollo de la economía circular en la industria mexicana enfrenta una brecha significativa tanto en infraestructura como en tecnología, lo que limita la capacidad de reciclar, reutilizar y valorizar materiales a gran escala.
2. Necesidad de inversión masiva: Se estima que se requieren inversiones del orden de 45,000 millones de dólares para infraestructura industrial sustentable, incluyendo la construcción de 100 nuevos parques industriales con criterios ambientales integrados, lo que representa un reto financiero y de coordinación sin precedentes.
3. Falta de infraestructura para reciclaje y reutilización: Muchas regiones, especialmente fuera de los polos industriales más desarrollados, carecen de instalaciones adecuadas para el reciclaje avanzado y la gestión eficiente de residuos.
4. Resistencia al cambio y falta de conciencia: Existe una resistencia cultural y empresarial a modificar modelos productivos tradicionales, junto con una baja comprensión de los beneficios y mecanismos de la economía circular.
5. Barreras regulatorias y logísticas: La ausencia de políticas específicas, incentivos claros y la complejidad de los trámites regulatorios dificultan la adopción de prácticas circulares, además de retos logísticos en la recolección y procesamiento de materiales.
6. Complejidad en la cadena de suministro: Implementar la circularidad implica coordinar a múltiples actores y procesos, lo que añade complejidad operativa y requiere nuevas capacidades de gestión.
La capacidad de procesamiento actual de RAEE (235,859 toneladas autorizadas) representa menos del 16% de la demanda real, evidenciando la necesidad urgente de inversión en tecnologías de reciclaje avanzadas y desarrollo de cadenas de valor circulares . Esta brecha se agrava por la obsolescencia programada y el alto consumismo, donde un mexicano promedio genera 11.4 kg de basura electrónica anual, superando el promedio global de 9.4 kg per cápita.
El desarrollo de infraestructura verde en el contexto del nearshoring está generando oportunidades para cerrar estas brechas, con empresas multinacionales que transfieren tecnologías limpias y establecen estándares ambientales más exigentes . La adopción de certificaciones LEED y EDGE en nuevas instalaciones industriales está impulsando la demanda de servicios de reciclaje especializados y sistemas de gestión circular de residuos.
La transición hacia la economía circular en la industria mexicana exige inversiones históricas, innovación regulatoria y colaboración multisectorial para superar las brechas de infraestructura y tecnología. Solo así será posible transformar los retos actuales en oportunidades concretas de crecimiento sostenible y posicionar a México como un actor clave en la nueva economía global.
El presente representa la opinión del autor con base a la información consultada y en ningún momento representa una respuesta a consulta o pregunta sobre el particular, en todo caso, cualquier duda, comentario u observación, con gusto nos encontramos atentos.




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