“2025: ESG y Economía Circular, más allá del Marketing Verde en la Empresa Mexicana”.
- GCDS
- 4 nov
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ESG en México: Diagnóstico, Retos, Oportunidades y Gestión Empresarial Integral
Contexto Nacional
En México, la sostenibilidad dejó de ser una opción estratégica para convertirse en exigencia del entorno de negocios. Los últimos tres años (2023-2025) han visto un cambio sin precedentes en la manera en que empresas, reguladores y consumidores abordan los criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza):
a. El 92% de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores ya publican informes de sostenibilidad, cuando en 2022 apenas eran poco más de la mitad.
b. Bonos verdes y sostenibles superan los $14 mil millones de dólares, financiando proyectos de energía limpia, economía circular y gestión del agua.
c. El Índice S&P/BMV Total Mexico ESG refleja que las empresas líderes en ESG superan en rentabilidad a las tradicionales por tercer año consecutivo.
Este avance cuantitativo trajo consigo nuevos retos: la presión social y regulatoria para que ESG sea real, transparente y comprobable nunca había sido tan fuerte. Casos recientes de greenwashing y sanciones ejemplares muestran que ya no basta con el discurso, ahora se exige evidencia, auditoría y resultados. En este entorno, las empresas que integran ESG en la cultura y operaciones serán las que sobrevivan y prosperen más allá de 2025.
Marco Regulatorio Actual: Leyes, Normas y Litigios (2023-2025)
La transformación legal y operativa en México está en marcha:
a. Ley Federal de Protección al Consumidor: Desde 2023, Profeco penaliza publicidad “verde” engañosa; ya hay multas a marcas por envases supuestamente sostenibles sin evidencia.
b. Reporte obligatorio: Desde enero 2025, la CNBV requiere que emisoras adopten Normas Internacionales de Sostenibilidad (IFRS S1/S2 del ISSB) — informes de sostenibilidad con riesgos, oportunidades, impacto y evidencia explícita. Para 2026, estos informes deberán tener aseguramiento independiente.
c. Leyes de Economía Circular y Equilibrio Ecológico: Desde 2023 obligan a informar sobre reciclaje, uso eficiente de recursos y valorización de residuos, e integrar la circularidad en toda producción.
d. Litigios crecientes: Multas notables por discrepancias entre discurso y realidad, y nuevos precedentes en tribunales por información ambiental/laboral imprecisa.
Estas acciones legales implican desde sanciones económicas hasta bloqueos en acceso a financiamiento y licitaciones públicas.
México se posiciona como referente regulatorio en América Latina, pero bajo intenso escrutinio social y de mercados internacionales; el estándar mínimo de actuación subió para todos.
Transparencia y Divulgación: El Nuevo Estándar
El mayor cambio ESG en México es la exigencia de evidencia y transparencia. El greenwashing (exagerar) y el greenhushing (ocultar avances) ya no son impunes: generan investigaciones regulatorias, pérdida de confianza y exclusión de cadenas de valor globales.
Las tendencias regulatorias 2023–2025 requieren:
a. Publicación periódica de KPIs ambientales/sociales, auditados y actualizados.
b. Evaluación independiente y aseguramiento externo (tanto en Bolsa como en grupos industriales grandes).
c. Informes accesibles y abiertos a partes interesadas, como consumidores, ONGs y autoridades.
La transparencia es ahora requisito mínimo para sobrevivir y competir.
Ejemplos Nacionales de Referencia
PetStar reciclaje de PET y economía circular
PetStar: Líder en economía circular, integrado por Coca-Cola México, opera la mayor planta de reciclaje de PET de América Latina, con trazabilidad y métricas públicas.
PetStar es una empresa mexicana que opera la planta de reciclaje de PET grado alimenticio más grande del mundo; en 2025 alcanzó el récord de recolectar más de 5,500 millones de botellas, equivalentes a llenar más de cuatro veces el Estadio Azteca. Su red nacional de centros de acopio se extiende por todo México, integrando a recolectores y pepenadores, lo que ha generado más de 46 mil empleos indirectos. PetStar permite un ahorro del 90% de agua y energía frente al plástico virgen, y cuenta con más de 30 certificaciones nacionales e internacionales. Además, impulsa la innovación circular: la botella azul de Agua Cristal está hecha 100% de otras botellas, y el rediseño de Sprite ahora facilita el reciclaje al eliminar pigmentos.
Natura - sostenibilidad y cadena de valor ética
Grupo Natura: Cosmética con certificaciones y cadenas de valor pro-ambientales; ha tenido que ajustar campañas para evitar tanto greenwashing como greenhushing frente a fiscalización creciente.
Natura, líder en cosmética sustentable, centra su modelo en productos biodegradables, materiales reciclables y responsabilidad en proveeduría, generando impacto social y ambiental en América Latina. La empresa fue pionera en lograr la certificación internacional B Corp y en emitir bonos vinculados a la sostenibilidad por mil millones de dólares. Natura integra a comunidades amazónicas para el abastecimiento de insumos, fortaleciendo la conservación y el desarrollo económico local. El grupo ha logrado eficiencia energética, reducción significativa de emisiones y un compromiso de transparencia en reportes sociales y ambientales auditados.
Sector automotriz/alimentos
Empresas como Nissan, Bimbo, Audi, Bosch mantienen altos puntajes ESG, pero han enfrentado auditorías sobre derechos laborales, circularidad y gestión real de residuos.
Nissan Mexicana - economía circular en industria automotriz
Nissan desarrolla acciones de economía circular en sus plantas en Aguascalientes y Morelos: el reciclaje de aluminio permite reducir la huella de carbono en un 90% por kilogramo reutilizado. Además, implementan proyectos para reaprovechar arena en fundición y reacondicionar vehículos usados, extendiendo el ciclo de vida de autopartes y unidades. En 2025, Nissan busca reacondicionar hasta 400 vehículos mensuales y expandir el modelo a nuevas líneas; también reporta avances en alianzas para la reutilización de materiales y reducción de residuos industriales. Estas prácticas posicionan a México como referencia regional en circularidad automotriz.
Casos exitosos y polémicos enseñan que la diferencia radica en la coherencia entre comunicación y resultados reales, así como la evidencia documental sólida.
Desafíos y Oportunidades Actuales
Desafío 1. Regulación rápida y compleja
En los últimos años, México ha estado en un proceso de generar nuevas leyes y normas de sostenibilidad que, en estos tiempos cambian con frecuencia o, al menos, no hay certeza de su permanencia. Quienes no están al día, digamos actualizados, pueden incurrir en errores, multas o perder contratos importantes simplemente por ignorar una nueva exigencia legal.
Desafío 2. Brechas de conocimiento y capacitación
Muchos equipos desconocen en profundidad qué implica ESG más allá de lo ambiental básico. Sin formación específica en riesgos sociales, gobernanza y cadena de suministro, los programas suelen quedarse en la superficie o fracasar en auditorías externas.
Desafío 3. Dificultad para medir y reportar avances
La gestión ESG demanda aplicar métricas (KPIs) robustas, centralizar evidencias y reportar a clientes, bancos y reguladores. Sin sistemas digitales ni personal capacitado, la medición se vuelve un obstáculo costoso y difícil.
Desafío 4. Complejidad en la cadena de suministro
Si los proveedores no cumplen normativas ESG, la empresa principal puede ser sancionada o perder licitaciones, aunque internamente tenga buenas prácticas.
Oportunidad 1. Acceso a nuevos mercados y clientes
Empresas con reportes sólidos y certificación ESG tienen preferencia en licitaciones públicas, exportan a países exigentes y son elegidas como proveedor por multinacionales cada vez más rigurosas.
Oportunidad 2. Financiamiento verde y preferente
Proyectos con enfoque sostenible acceden a fondos verdes (bonos verdes, inversiones responsables) con tasas preferenciales y más opciones de financiamiento. Esto permite crecer con menor costo y mejor reputación.
Oportunidad 3. Reducción de riesgos legales y reputacionales
Gestionar ESG previene crisis de imagen, litigios y caídas de ventas asociadas a escándalos (greenwashing, condiciones laborales, impacto ambiental).
Oportunidad 4. Innovación y resiliencia operativa
Integrar economía circular y ESG fomenta procesos eficientes, reducción de residuos y apertura a alianzas con startups, ONGs y aliados industriales, fortaleciendo la capacidad de adaptarse y prosperar en cualquier escenario.
Miedos y preocupaciones del empresariado mexicano ante ESG y Economía Circular
Miedos y preocupaciones que frenan el involucramiento real en ESG
Aunque el número de empresas mexicanas que reportan estrategias ESG ha crecido —más del 64% según los últimos datos—, sólo la mitad declara sentirse realmente preparada para implementarlas y auditar resultados. Este desfase se explica, en gran parte, por los siguientes factores:
1. Incertidumbre regulatoria y falta de claridad operativa:
El empresariado mexicano teme enfrentar marcos legales complejos, cambiantes e incluso contradictorios: nuevas leyes ambientales federales, impuestos verdes locales, presión internacional y, a veces, escasa coordinación entre autoridades. Muchos prefieren esperar o aplicar “mínimos necesarios” por temor a sanciones, fiscalizaciones o demandas por errores involuntarios.
2. Dudas sobre recursos y capacidades internas:
El reto de medir, documentar y sostener “una estrategia ESG profesional” resulta intimidante para directivos y dueños de empresas familiares o medianas. La falta de datos confiables, personal capacitado, tecnología y recursos para consultoría externa induce a la parálisis; el miedo a exponerse ante auditorías o contratos internacionales es real y justificado.
3. Aversión al riesgo y cultura de corto plazo:
La lógica de “mejor conservar lo existente, no arriesgar lo seguro”, enraizada tras décadas de volatilidad política y económica local, provoca que muchos empresarios vean ESG y economía circular como apuestas costosas o ajenas a su industria primaria. El incentivo inmediato y tangible es difícil de visualizar frente a lo que aún consideran cambios “de moda” o impuestos desde el exterior.
4. Inseguridad física, social y empresarial:
Particularmente relevante en el contexto mexicano es la preocupación por la seguridad y el riesgo de operar cadenas de suministro responsables en entornos frágiles o con alta informalidad, lo que complica ir más allá del cumplimiento mínimo.
Se puede considerar como un llamado a la acción para el empresariado mexicano?:
Ignorar estos miedos sólo perpetúa la desventaja. Aquellas empresas que reconocen sus temores, aceptan su legitimidad y buscan soluciones escalonadas, capacitación y colaboración activa logran transitar el camino ESG con mayor resiliencia. Los casos exitosos muestran que la adaptación puede ser gradual y localizada, pero siempre requiere liderazgo visible, apertura al aprendizaje y alianzas con expertos.
Sugerencias Prácticas y Propuestas de Gestión
1. Diagnóstico ESG anual con expertos externos
La sostenibilidad y el cumplimiento normativo evolucionan rápidamente en México. Realizar un diagnóstico serio, anual o bianual, con apoyo de consultores especializados te permite detectar brechas operativas y legales antes que lo hagan los reguladores o los clientes. Este análisis externo aporta imparcialidad, benchmarking sectorial y ayuda a priorizar mejoras en función de los riesgos y oportunidades.
2. Capacitación universal y permanente en toda la organización
Las políticas y manuales por sí solos no generan cambio: capacitar a todo el personal, desde el nivel operativo hasta el directivo, en los temas ambientales, sociales y de gobernanza asegura que la estrategia ESG sea comprendida, apropiada y ejecutada realmente. La formación periódica ayuda a prevenir errores, motiva la participación e incrementa el sentido de pertenencia con los valores empresariales.
3. Auditoría sistemática de proveedores y subcontratistas bajo criterios ESG
No basta auditar la empresa propia. Incorporar revisiones periódicas y criterios ESG en contratos a toda la cadena de suministro reduce riesgos legales, reputacionales y operativos, asegurando que todos los socios comerciales compartan los estándares mínimos y eviten sorpresas que pueden descarrilar negocios enteros.
4. Digitalización y trazabilidad de procesos y evidencia
El volumen de datos y documentos que genera la gestión ESG puede ser abrumador. Digitalizar la gestión documental, KPIs, reportes y auditorías permite accesibilidad, transparencia y eficiencia. Además, facilita la preparación ante auditorías externas y la comunicación ágil con stakeholders internos y externos.
5. Instalación de comités internos de sostenibilidad, con reporte al consejo
La gobernanza ESG efectiva requiere liderazgo colectivo. Un comité formal, multidisciplinario y con autonomía funcional, que reporte directamente al consejo de administración o alta dirección, asegura continuidad en los proyectos y favorece la transversalidad estratégica. Así se evitan discontinuidades generadas por cambios de personal o administraciones.
6. Alianza con ONGs, certificadores y cámaras empresariales para innovación y mejora continua
El entorno ESG cambia constante y rápidamente. Colaborar con organismos, cámaras y certificadores ayuda a innovar, aprender mejores prácticas, certificar procesos y acceder a recursos externos que enriquecen la agenda de sostenibilidad y legitiman las acciones ante reguladores y la sociedad.
7. Integración real de economía circular en procesos y productos
Economía circular implica mucho más que reciclaje. Supone rediseñar procesos y productos desde el origen, fomentar la valorización de residuos y buscar nuevas alianzas tecnológicas y comerciales para transformar aparente “desecho” en insumo o valor. Un enfoque de innovación circular fortalece la resiliencia y la reputación empresarial.
8. Comunicación pública, transparente y basada en datos auditados
Las buenas intenciones sin evidencia no tienen cabida. Comunicar avances reales, retos pendientes y logros con evidencias auditadas genera confianza y posiciona a la empresa como referente ético y responsable.
Los 7 Puntos Críticos para Auditoría ESG en México
1. Desconexión entre políticas y operación real
Es común que las empresas tengan manuales impecables, pero que la operación cotidiana —en planta, almacén o campo— ignore esos lineamientos. Esta brecha surge cuando la estrategia ESG queda en manos de áreas administrativas y nunca se traslada con capacitación ni supervisión a la base operativa.
En auditoría esto se detecta con visitas sorpresa, entrevistas en sitio y verificación casual de rutinas laborales.
El impacto: riesgo reputacional y descalificación en certificaciones.
Acción clave: Capacitación transversal, comunicación bidireccional y supervisión participativa.
2. Evidencia documental dispersa o incompleta
Aunque se comunique sostenibilidad, si los documentos (reportes, actas, contratos, métricas) no están digitalizados, actualizados y estructurados, la auditoría se complica o fracasa. Las inconsistencias nacen por falta de control interno o sistemas informáticos débiles.
Los auditores buscan trazabilidad: ¿Se puede rastrear un número de desperdicio desde la sala de producción hasta la factura y el reporte trimestral? Sin esa cadena clara, la empresa pierde credibilidad y puede recibir sanciones.
Acción clave: Implementar gestión documental electrónica y auditorías internas previas a la externa.
3. Proveedores y subcontratistas fuera del estándar ESG
Muchas empresas dedican recursos a su propio cumplimiento ESG pero olvidan exigirlo a sus proveedores o subcontratistas. La responsabilidad legal y reputacional es compartida.
En auditoría, se revisan contratos, certificaciones y evidencias de toda la cadena. Faltas graves pueden costar negocios importantes o impedir exportaciones.
Acción clave: Incluir cláusulas ESG claras en contratos, auditar proveedores y exigir reportes verificables periódicos.
4. Métricas y KPIs ambientales/sociales sin validación técnica
Empresas reportan KPIs ambientales pero no emplean metodologías reconocidas, certificación externa o plataformas tecnológicas confiables. Esto limita la capacidad de comparación y credibilidad ante inversionistas y reguladores.
Los auditores preguntan: ¿Cómo, cuándo y quién validó los datos? No basta decir “reciclamos el 70%”, hay que demostrarlo y explicar cómo se obtuvo el dato.
Acción clave: Utilizar software especializado, capacitación técnica y certificación externa de KPI críticos (Las métricas son valores numéricos que permiten monitorear y analizar cualquier aspecto del desempeño de una empresa (como consumo de energía, toneladas de residuos, horas trabajadas, etc.). Los KPIs (“Key Performance Indicators” o Indicadores Clave de Desempeño) son un tipo particular de métrica: se definen como los indicadores más relevantes para medir si una organización está cumpliendo sus objetivos estratégicos).
5. Simulación social/laboral
A veces se documentan comités sindicales, canales de denuncia y programas de prevención sólo “de membrete”. Esto ocurre por presión regulatoria pero sin convicción real ni seguimiento operativo.
Las auditorías incluyen entrevistas, inspección de instalaciones y verificación de indicadores sociales (accidentes, rotación, salud laboral). La simulación no sólo genera sanciones, también mina la confianza interna y externa.
Acción clave: Generar participación real, auditar con socios externos y mantener registro público de acciones.
6. Comunicación verde excesiva o tímida (greenwashing/greenhushing)
Las empresas pueden caer en exagerar resultados para agradar al mercado (greenwashing) o en ocultarlos por miedo a la crítica (greenhushing). Ambos casos entrañan riesgos de credibilidad y sanciones.
Auditores, clientes y sociedad civil revisan redes, campañas y reportes. Las contradicciones y omisiones son fácilmente detectables hoy gracias al acceso digital.
Acción clave: Comunicar datos auditados, logros reales y retos pendientes; evitar promesas ambiguas o anuncios no comprobables.
7. Economía circular sólo en el discurso, no en la práctica
Muchas organizaciones afirman tener políticas de reciclaje, rediseño y valorización, pero sin indicadores concretos ni trazabilidad desde la recepción del insumo hasta la disposición del residuo.
Auditoría implica preguntar: ¿Dónde terminan tus residuos? ¿Cuánto reaprovechas? ¿Con quién colaboras? Empresas que no pueden responder ven limitado su acceso a distintivos, licitaciones y financiamiento verde.
Acción clave: Definir KPIs claros circulares, firmar acuerdos con recicladores/cadenas, publicar resultados concretos y auditar mensualmente.
Errores frecuentes en ESG: causas, señales y soluciones
1. Confundir ESG con marketing verde
Causa: Ocurre cuando la empresa enfoca esfuerzos en la comunicación y la imagen antes de asegurar cambios concretos en operación, procesos o cultura.
Detección: Se identifica cuando hay grandes campañas, etiquetas o afirmaciones sin datos verificables, ni evidencia interna. Auditores y stakeholders externos suelen descubrir falta de coherencia entre lo que se anuncia y lo que sucede en la realidad.
Solución: Priorizar la acción antes que el discurso. Avanzar con transformaciones reales, generar datos sólidos y sólo entonces comunicar resultados con honestidad.
2. Sistemas de medición y métricas débiles
Causa: Falta de herramientas tecnológicas robustas o dependencia excesiva de hojas de cálculo mal diseñadas.
Detección: Reportes inconsistentes entre áreas/periodos, errores en cálculos de huella o resultados muy por encima de benchmarks del sector.
Solución: Invertir en software especializado, contar con auditoría interna periódica, definir KPIs estratégicos y capacitar al personal en manejo de datos.
3. Objetivos inalcanzables o sin base
Causa: Metas fijadas por presión de la competencia, sin diagnóstico ni soporte técnico
(ej. “Net Zero 2030” sin hoja de ruta clara).
Detección: Retraso progresivo en avances, falta de recursos para cumplir, creciente escepticismo de empleados y aliados.
Solución: Basar metas en ciencia y benchmarking de la industria. Desglosarlas por etapas realistas y comunicarlas como compromisos alcanzables y honestos.
4. Falta de involucramiento real de partes interesadas
Causa: Las estrategias ESG se diseñan sólo por la alta dirección, sin dialogar con personal operativo, proveedores, clientes ni comunidades locales.
Detección: Falta de adhesión interna, resistencia pasiva, escaso impacto en stakeholders externos o programas comunitarios irrelevantes.
Solución: Incluir consulta temprana y activa con todos los grupos de interés; adaptar proyectos a necesidades reales y crear canales constantes de retroalimentación.
5. Ver ESG como costo y no inversión
Causa: Se percibe el cumplimiento ESG como una obligación onerosa y no como estrategia de reducción de riesgo y valor agregado.
Detección: Presupuestos insuficientes, programas interrumpidos o falta de continuidad al cambiar el entorno económico.
Solución: Integrar ESG en la planeación estratégica y financiera de largo plazo, demostrando beneficios en acceso a mercados, financiamiento y fidelización.
6. Falta de medición y retroalimentación constante
Causa: Ausencia de metodologías fijas o sistemas de seguimiento automático; los avances y fallas son “percibidos”, no medidos.
Detección: Discurso “anecdótico” sobre avances, falta de mapas de riesgo, o imposibilidad de comparar años o áreas.
Solución: Implantar sistemas de medición continua, asegurando KPIs claros por cada meta ESG relevante de la organización.
7. Desaprovechar o desconocer el contexto regulatorio mexicano
Causa: Replicar marcos y reportes internacionales sin adaptación local, ignorando legislación nacional y estatal clave.
Detección: Sanciones por Profeco, auditorías ambientales municipales no superadas, o programas que no cumplen normativas locales.
Solución: Realizar diagnóstico legal específico al inicio, actualizar planes conforme nuevas reglas y buscar asesoría de expertos nacionales.
Llamado Dual
El verdadero reto ESG en México ya no es la legislación, sino lograr una cultura organizacional que haga de la sostenibilidad una ventaja competitiva. Liderazgo directivo, congruencia, capacitación transversal y adopción tecnológica son la frontera entre quienes resistirán el escrutinio —y cosecharán beneficios— y quienes quedarán rezagados ante la nueva economía.
Las empresas que alinean discurso, cultura y operación y que entienden la transparencia y la resiliencia como combustible estratégico, serán las que prosperen en el México de 2025 y más allá.
Fuentes y enlaces recomendados
ESG para empresas: beneficios, métricas y tendencias 2025
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Reporte de sostenibilidad obligatorio en México a partir de 2026
El S&P/BMV Total Mexico ESG Index
Actualizaciones regulatorias ESG | PwC México
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El presente documento es tan solo la opinión personal del autor, cualquier duda, comentario o sugerencia será agradecida, tomando en cuenta de que no se trata de la respuesta a pregunta o consulta realizada sobre algunos de los aspectos que se han tratado en el mismo.
