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Estrategia Nacional de Cambio Climático 2025: Entre la Retórica Institucional y la Ejecución Pendiente.

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    GCDS
  • 30 oct
  • 11 Min. de lectura
Estrategia Nacional de Cambio Climático 2025: Entre la Retórica Institucional y la Ejecución Pendiente.

¿Qué es la ENCC y por qué debería importarnos?

La Estrategia Nacional de Cambio Climático (ENCC) es el instrumento rector de política pública de largo plazo que define la visión, objetivos y líneas de acción que México debe seguir para enfrentar el cambio climático. Su mandato proviene de la Ley General de Cambio Climático (LGCC), publicada en 2012, que establece en su artículo 60 la obligación del Estado mexicano de formular una estrategia de mitigación y adaptación con visión de 10, 20 y 40 años.

 

La primera versión de la ENCC fue publicada en 2013, planteando una ruta de descarbonización progresiva y fortalecimiento de capacidades de adaptación frente a los efectos del cambio climático. Su actualización más reciente, presentada en mayo de 2025 y formalizada mediante Acuerdo en el Diario Oficial de la Federación el 30 de septiembre de 2024, establece la hoja de ruta climática de México hasta 2040, con metas intermedias hacia 2030 alineadas con el Acuerdo de París y las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) revisadas.

 

La ENCC no es un documento aislado: se articula con el Programa Especial de Cambio Climático (PECC), que define acciones específicas sexenales, y con los planes estatales y municipales de cambio climático, que deberían traducir las metas nacionales en políticas territoriales concretas. En teoría, la ENCC representa el compromiso institucional del Estado mexicano con la justicia climática, la transición energética y la protección de comunidades vulnerables. En la práctica, su efectividad depende de tres factores críticos: presupuesto etiquetado, coordinación interinstitucional y rendición de cuentas verificable.

 

La razón de ser de la ENCC: más que un documento, una obligación constitucional

México es uno de los países más vulnerables al cambio climático en el mundo. Según proyecciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 68% de la población mexicana enfrenta algún nivel de vulnerabilidad climática, ya sea por sequías prolongadas, inundaciones, olas de calor extremo, pérdida de biodiversidad o colapso de servicios ecosistémicos. A esto se suma que México es el duodécimo emisor global de gases de efecto invernadero, con aproximadamente 729 millones de toneladas de CO₂ equivalente (MtCO₂e) emitidas anualmente hacia 2020.


La ENCC existe porque México no puede ignorar esta doble realidad: es víctima y es causante del cambio climático. Su razón de ser no es cumplir con formalismos internacionales, sino garantizar la supervivencia, la salud, la seguridad alimentaria y el  acceso al agua de millones de personas. Por ello, la Ley General de Cambio Climático ordena que la ENCC sea vinculante, transversal, participativa y verificable. Es, en esencia, una obligación constitucional del Estado hacia las generaciones presentes y futuras.

 

De dónde viene la ENCC 2025: continuidad, actualización y nuevos desafíos

La actualización 2025 de la ENCC no surge en el vacío. Se construye sobre los aprendizajes —y las fallas— de más de una década de política climática nacional. La ENCC original (2013) estableció tres pilares: mitigación, adaptación y transversalidad, pero enfrentó limitaciones severas: falta de presupuesto, descoordinación entre secretarías y ausencia de mecanismos de supervisión independiente.

 

El Programa Especial de Cambio Climático 2014-2018 avanzó en instrumentos técnicos (inventarios de emisiones, atlas de riesgo), pero careció de integración efectiva con las políticas energéticas, fiscales y de infraestructura del gobierno federal. El PECC 2021-2024 reforzó el discurso sobre transición justa y soberanía energética, pero se topó con una contradicción insalvable: el fortalecimiento de Pemex y CFE como empresas estratégicas del Estado, sin modernización tecnológica ni transición hacia energías limpias.

 

La ENCC 2025 llega en un contexto crítico:

1. México incumplió su meta de reducción de emisiones para 2020 (22% respecto al escenario tendencial).

2. Las energías limpias representan apenas 28% de la generación eléctrica, muy por debajo de la meta del 35% establecida en la Ley de Transición Energética.

3. Los eventos climáticos extremos se intensifican: en 2024, más de 1.5 millones de hectáreas fueron arrasadas por incendios forestales, la peor cifra en 20 años.

4. La crisis hídrica es estructural: 60% de los acuíferos están sobreexplotados, y ciudades como Monterrey, León y la Ciudad de México enfrentan racionamientos recurrentes.

 

En este contexto, la ENCC 2025 se presenta como una oportunidad de corrección de rumbo. Su meta más visible es la reducción de 140 MtCO₂e hacia 2030, equivalente a un 35% de reducción respecto al escenario base. Pero una meta sin estructura operativa es solo retórica. Y es ahí donde comienzan las fallas que este análisis identifica.


Lo que está en juego: no es solo clima, es justicia y supervivencia

La ENCC no es un tema exclusivo de activistas ambientales ni de académicos especializados. Es un asunto de seguridad nacional, salud pública, economía y derechos humanos. Cada décima de grado de aumento de temperatura global compromete cosechas, agrava enfermedades respiratorias, desplaza comunidades enteras y genera conflictos por recursos escasos.

 

Por ello, este análisis crítico no busca destruir la ENCC, sino fortalecerla mediante la identificación de sus fallas estructurales, omisiones operativas y contradicciones presupuestarias. Solo una estrategia honesta, con presupuesto verificable, metas desagregadas y consecuencias por incumplimiento, puede convertirse en política pública efectiva.

 

Las Ocho Fallas Críticas de la ENCC 2025


Falla 1: Ausencia de secretarías clave en la presentación oficial

Hallazgo crítico:

La presentación de la ENCC (27 de mayo de 2025) careció de participación de titulares de la Secretaría de Energía (SENER), Economía, Comisión Federal de Electricidad (CFE), Petróleos Mexicanos (Pemex), Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Implicación:

Una estrategia climática sin la presencia de las secretarías responsables de energía, transición industrial, política fiscal y gestión hídrica revela descoordinación institucional grave. La ENCC se convierte en un documento sectorial de SEMARNAT, no en una política transversal de Estado.

Absurdo operativo:

¿Cómo se implementará una meta de reducción de 140 MtCO₂e si SENER sigue priorizando combustibles fósiles, SHCP no alinea el presupuesto con las metas climáticas, y CFE mantiene centrales termoeléctricas obsoletas como columna vertebral del sistema eléctrico nacional?

Evidencia:

Según análisis de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, la presentación de la ENCC fue "un acto protocolario de SEMARNAT", sin compromisos concretos de otras dependencias federales.


Falla 2: Contradicción presupuestaria flagrante

Hallazgo crítico:

Para 2025, el presupuesto de mitigación y adaptación se redujo 15% respecto a 2024. Parte de esos recursos se destinan al transporte de gas natural y al Tren Maya, proyectos sin compatibilidad con metas de mitigación.

Implicación:

La ENCC anuncia metas ambiciosas, pero el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 no etiqueta recursos específicos para energías limpias, adaptación municipal ni infraestructura verde. Sin presupuesto, la estrategia es retórica.

Absurdo operativo:

Los subsidios a gasolinas y diésel superan 400 mil millones de pesos anuales, mientras que el Programa de Transición Energética recibe apenas 8 mil millones. En términos  reales, el gobierno federal subsidia 50 veces más los combustibles fósiles que las energías limpias.

Evidencia:

El Presupuesto de Gastos Fiscales 2024-2025 reporta que los estímulos fiscales a gasolinas, diésel y electricidad convencional representan el 2.1% del PIB, mientras que el gasto en energías renovables apenas alcanza el 0.04%.

 

Falla 3: Metas inverificables por falta de desagregación sectorial

Hallazgo crítico:

La meta de reducir 140 MtCO₂e hacia 2030 no está desagregada por sector (energía, transporte, agricultura, residuos, industria). Tampoco se especifica cuánto corresponde a cada entidad federativa ni cuál es el cronograma anual de cumplimiento.

Implicación:

Sin línea base actualizada (BAU 2025) ni cronograma de cumplimiento anual por sector, la meta es inverificable. Cualquier cifra reportada en 2030 podría ajustarse retroactivamente sin auditoría técnica externa.

Absurdo operativo:

La ENCC no especifica cuánto debe reducir cada secretaría ni establece sanciones por incumplimiento. Es una meta aspiracional sin mecanismos de rendición de cuentas.

Evidencia:

La ENCC 2025 menciona "reducción de 140 MtCO₂e", pero el documento oficial no incluye anexo técnico con desagregación sectorial, cronograma trimestral ni responsables institucionales identificados.

 

Falla 4: Opacidad en datos clave: rezago del inventario nacional de emisiones

Hallazgo crítico:

A octubre de 2025, el Sistema de Información sobre Cambio Climático (SICC) no cuenta con datos actualizados de emisiones estatales ni municipales posteriores a 2020. El Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero (INEG y CEI) presenta rezagos de hasta cinco años.

Implicación:

Sin datos verificables y actualizados, la toma de decisiones basada en evidencia es imposible. Los gobiernos locales no pueden diseñar políticas climáticas efectivas sin información actualizada de sus propias emisiones.

Absurdo operativo:

México reporta emisiones nacionales con rezagos de hasta cinco años, mientras países comparables (Chile, Colombia, Costa Rica) actualizan inventarios anualmente y publican datos desagregados por municipio en plataformas de acceso abierto.

Evidencia:

El último INEG y CEI disponible en la plataforma oficial de SEMARNAT corresponde al año 2020, publicado en 2023. Los datos de 2021-2024 aún no están disponibles para consulta pública.

 

Falla 5: Adaptación sin presupuesto: el gran vacío de la ENCC

Hallazgo crítico:

El componente de adaptación enumera riesgos y vulnerabilidades, pero no especifica montos presupuestarios etiquetados ni mecanismos de transferencia directa a municipios prioritarios. El Anexo Transversal del PEF 2025 no desagrega recursos específicos para adaptación municipal ni infraestructura verde.

Implicación:

La adaptación basada en  ecosistemas (AbE) (La “Adaptación basada en ecosistemas (AbE)” es un enfoque de la adaptación al cambio climático que utiliza la biodiversidad y los servicios ecosistémicos como parte de una estrategia general para que las personas y comunidades reduzcan su vulnerabilidad y aumenten su resiliencia ante los efectos adversos del cambio climático) y comunidades (AbC)  (La “Adaptación basada en comunidades (AbC)” no siempre se abrevia así, pero se refiere al enfoque en el cual las comunidades locales diseñan, participan y lideran medidas adaptativas tomando en cuenta su conocimiento, territorio y prioridades (y que puede articularse con AbE)  requiere inversión inmediata y sostenida, pero sin presupuesto definido, la adaptación queda sujeta a la discrecionalidad política anual, vulnerando la lógica de planificación de largo plazo que la LGCC exige.

Absurdo operativo:

68% de la población mexicana es vulnerable al cambio climático, pero no hay presupuesto federal etiquetado para proteger a comunidades en riesgo. La adaptación se menciona en el discurso, pero no se financia en los hechos.

Evidencia:

Según el análisis de Mongabay Latam, el presupuesto de SEMARNAT para 2025 destinó apenas 2.3% del total a programas de adaptación y restauración ecosistémica, frente a 45% destinado a obra pública y administración central (Mongabay Latam es una plataforma de periodismo ambiental en español que cubre noticias, reportajes y análisis sobre biodiversidad, cambio climático, recursos naturales y gobernanza ambiental en América Latina. Un “análisis de Mongabay Latam” se refiere a un artículo o investigación publicada por esa plataforma que aporta datos cualitativos/cuantitativos, perspectivas críticas o de contexto sobre la implementación de políticas climáticas, inversiones, adaptación, vulnerabilidad, etc.)

 

Falla 6: Participación ciudadana simbólica, no vinculante

Hallazgo crítico:

La ENCC menciona "participación vinculante" de pueblos indígenas y sociedad civil, pero no define mecanismos, plazos ni consecuencias por omisión institucional. Los conocimientos tradicionales de pueblos indígenas son reconocidos en el discurso, pero no se integran operativamente en la definición de vulnerabilidad, resiliencia ni estrategias de adaptación.

Implicación:

La ENCC dice promover "corresponsabilidad social", pero no crea espacios institucionales permanentes para supervisión ciudadana independiente. Las consultas realizadas durante la elaboración de la ENCC fueron informativas, no deliberativas.

Absurdo operativo:

Los pueblos indígenas representan el 21% de la población mexicana y gestionan el 70% de los bosques del país, pero no tienen representación vinculante en los órganos de decisión climática (CICC, INECC, Consejo Consultivo).

Evidencia:

El Consejo de Evaluación del Desarrollo Social de la Ciudad de México documentó que las consultas para la ENCC 2025 recibieron más de 1,200 propuestas ciudadanas, pero solo el 12% fueron incorporadas textualmente en el documento final.

 

Falla 7: Ausencia de consecuencias por incumplimiento

Hallazgo crítico:

La ENCC no establece sanciones administrativas para dependencias federales que incumplan metas sectoriales o no reporten avances verificables. Tampoco define responsabilidades específicas ni autoridad sancionadora.

Implicación:

Sin consecuencias institucionales, las secretarías pueden ignorar la ENCC sin riesgo político ni presupuestario. La LGCC ordena que la ENCC sea vinculante, pero no define mecanismos coercitivos.

Absurdo operativo:

México tiene Ley General de Cambio Climático desde 2012, pero solo la mitad de los estados han elaborado planes estatales, apenas siete tienen leyes propias y solo 11 miden sus emisiones. No existe autoridad que sancione el incumplimiento.

Evidencia:

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) documentó que, de 32 entidades federativas, solo 16 cuentan con programas estatales de cambio climático vigentes y actualizados, y ninguna ha sido sancionada por incumplimiento.

 

Falla 8: Crisis de prevención: política reactiva, no estructural

Hallazgo crítico:

Las medidas de contingencia ambiental (restricciones vehiculares, alertas puntuales) son reactivas, no preventivas. Los incendios forestales, olas de calor y crisis hídricas son eventos anunciados, pero las acciones preventivas han sido mínimas.

Implicación:

En 2024, más de 1.5 millones de hectáreas fueron arrasadas por incendios forestales, la peor cifra en 20 años. Las alertas de calor extremo se multiplican, pero no existe un sistema robusto de prevención basado en monitoreo satelital, gestión forestal y ordenamiento territorial efectivo.

Absurdo operativo:

México tiene planes de contingencia, pero no tiene política de prevención. Se reacciona cuando ya hay emergencia, pero no se invierte en infraestructura de prevención (cortafuegos, sistemas de alerta temprana, restauración de cuencas).

Evidencia:

Según datos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el presupuesto de prevención de incendios se redujo 32% entre 2020 y 2025, mientras que el gasto en combate de incendios aumentó 58% en el mismo período.

 

Algunas recomendaciones concretas para salir del estancamiento

 

La ENCC 2025 puede ser un punto de inflexión o un ejercicio más de simulación institucional. Su éxito no depende de "traducción efectiva" ni de "voluntad política", sino de decisiones concretas, inmediatas y verificables:

 

1. Publicar matriz sectorial vinculante (2025-2030) con metas desagregadas, cronograma trimestral y responsables institucionales identificados.

 

2. Etiquetar presupuesto climático en el PEF con partidas específicas para mitigación, adaptación, MRV (MRV” (Measurement, Reporting and Verification/ Medición, Reporte 1.     y Verificación) es el sistema mediante el cual se miden, reportan y verifican las acciones, recursos y resultados en materia de cambio climático (mitigación, adaptación, financiamiento) y fortalecimiento institucional, auditables por el ASF y organismos independientes.

 

3. Crear Comisión Técnica Independiente de Seguimiento Climático, con participación de academia, sociedad civil y sector privado, con facultades de evaluación pública trimestral.

 

4. Establecer sanciones administrativas para dependencias federales que incumplan metas sectoriales o no reporten avances verificables.

 

5. Actualizar el SICC (El SICC es la plataforma/instrumento en México que integra, actualiza y pone a disposición del público la información estadística, geográfica e indicadores relacionados con cambio climático (mitigación, adaptación, vulnerabilidad) en tiempo real con datos abiertos, desagregados y auditables, garantizando acceso público a inventarios de emisiones estatales y municipales.

 

6. Eliminar subsidios fósiles y redirigir esos recursos hacia energías limpias, adaptación y economía circular.

 

7. Integrar conocimientos tradicionales de pueblos indígenas en estrategias de adaptación con mecanismos vinculantes y presupuesto etiquetado.

 

8. Fortalecer prevención estructural mediante inversión en infraestructura verde, cortafuegos, sistemas de alerta temprana y restauración de cuencas.

 

Así las cosas, se pudiera afirmar que sin estructura operativa, la estrategia es retórica

 

La Actualización de la ENCC 2025 puede ser un punto de inflexión o un ejercicio más de simulación institucional. Su éxito no depende de "traducción efectiva" ni de "voluntad política", sino de decisiones concretas, inmediatas y verificables con un presupuesto etiquetado, metas desagregadas, auditorías independientes y consecuencias por incumplimiento.

 

Sin estructura operativa, la estrategia se queda en palabras huecas. Sin rendición de cuentas, es simulación. México no requiere más documentos aspiracionales, sino mecanismos que conviertan compromisos en resultados medibles y verificables. El tiempo de las buenas intenciones terminó. Ahora toca actuar, o admitir que la ENCC es solo papel.

 

Para efectos informativos, la siguiente relación reúne las principales fuentes consultadas y verificadas que sustentan los datos, cifras y afirmaciones contenidas en el documento “Estrategia Nacional de Cambio Climático 2025: Entre la Retórica Institucional y la Ejecución Pendiente”. Se incluyen únicamente aquellas referencias consideradas esenciales o recomendadas, conforme a su relevancia jurídica, técnica o institucional.

           

Vulnerabilidad climática (68% de la población mexicana)

Emisiones nacionales de GEI (729 MtCO₂e, año base 2020)

Meta nacional de reducción de 140 MtCO₂e hacia 2030 https://www.dof.gob.mx/

Participación de energías limpias (28% generación eléctrica)

Incendios forestales 2024 (1.5 millones de hectáreas afectadas) https://www.conafor.gob.mx/

Sobreexplotación de acuíferos (60%)

Subsidios a combustibles fósiles (>400 mil millones MXN anuales)

Recursos al Programa de Transición Energética (8 mil millones MXN)

Reducción del presupuesto de mitigación/adaptación (–15%)

Gasto ambiental de SEMARNAT (2.3% para adaptación y restauración)

Rezago del Sistema de Información sobre Cambio Climático (SICC)

Programas estatales de cambio climático (16 vigentes)

Presupuesto de prevención de incendios (reducción del 32%)

Consultas ciudadanas ENCC 2025 (1,200 propuestas, 12% integradas)

 

Las referencias incluidas son aquellas consideradas esenciales y verificables a partir de fuentes oficiales, multilaterales o de investigación reconocida. El resto de los enunciados del documento base derivan del análisis y conclusiones del autor.

 

Lo expresando en el presente documento es la opinión personal del autor con base en la información obtenida y consultada; no representa respuesta alguna a pregunta o consulta sobre los temas que se mencionan; cualquier duda, sugerencia o comentario, con gusto estamos a la orden.

 



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